viernes, 7 de marzo de 2014

Razas. La manipulación de los cánidos por el Hombre l

Al aparecer tantos perros con diferentes funciones y morfologías, desde épocas remotas se trató de ordenar esas razas, haciendo clasificaciones basadas en sus aptitudes y su utilización, es así que surge esta primera clasificación:

• Sagaces: aquellos que rastrean las presas

• Celeres: los que corren tras la presa

• Pugnaces: que atacan a la presa

• Guardianes. 

• Pastores u ovejeros 

Allá por el año 1576, el naturalista alemán Honrad Fesner, estaba escribiendo una obra denominada “historia animalium”, y al conocer al dr John Keys, le pidió que elaborara una lista de perros conocidos en Inglaterra. Así surgió una clasificación realizada por el, en una obra llamada Canibus Britannicis.

Pero pasaron 200 años, hasta que el naturalista francés Bufón, ordenó las razas conocidas basándose en la variedad de las formas, más que en la utilidad, así como en la disposición y la postura de las orejas.

En el siglo XIX, muchos naturalistas, se avocaron a la clasificación canina, según las aptitudes del perro (nuevamente, como la primera y más antigua clasificación), criterio que hoy se respeta en las exposiciones caninas, a pesar que existen muchas más razas que en aquel entonces.

Surge de esta manera la siguiente clasificación:

• LUPOIDES Cabeza en forma de pirámide horizontal, orejas, derechas con hocico alargado y angosto, labios pequeños y apretados, sin que el superior supere la base de las encías inferiores.

• BRACOIDES Cabeza que se acerca a la forma de prisma, con el hocico ancho en el extremo igual que en la base y separado de la frente por una depresión o surco muy marcado, orejas gachas, labios largos y colgantes, con resalte del superior sobre el nivel del maxilar inferior.

• MOLOSOIDES Cabeza voluminosa, redonda o en forma de cubo, orejas pequeñas y gachas, hocico corto, labios gruesos y largos, cuerpo macizo y de gran estatura, comúnmente con cinco dedos en las patas traseras, y también en las delanteras.

• GRAIOIDES Cabeza en forma de cono alargado, cráneo reducido, orejas pequeñas, vueltas hacia dentro y erguidas, hocico largo y delgado o fino en todo sentido y en línea recta con la frente, nariz saliente y angulosa, asomada por encima de la boca, labios pequeños y cortos o apretados, cuerpo alargado, extremidades gráciles, abdomen retraído.


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